LAS OREJAS, MANIOBRA BÁSICA.

por Marcos Galán (Instructor de la Escuela Deportiva Parapentelandia)

La primera maniobra de descenso rápido que aprendemos en los cursos de parapente son las “orejas”.

Esta maniobra consiste en plegar intencionadamente los estabilos reduciendo, así, la superficie del parapente que soporta el peso del piloto y provocando una tasa de descenso un poco mayor a la habitual.

La manera de ejecutarla correctamente es introduciendo los mandos en las muñecas, localizar y asegurarse de cuál es el tirador de orejas (el cordino que va al borde de ataque en su lado más exterior), agarrar el tirador lo más arriba posible y bajar con decisión las manos, plegando los estabilos.

Se puede realizar con ambas manos al mismo tiempo, o primero plegar un lado y a continuación el otro. Yo recomiendo practicar ambas formas, porque en parapentes más estables no tiene importancia, pero en parapentes con más rendimiento y en condiciones turbulentas será más seguro hacerlo de forma no simultánea.

Pensad que los parapentes con cuerda estrecha y mucha envergadura suelen meter orejas amplias, por lo que al meter ambas orejas reducen drásticamente la superficie del parapente y puedes provocar una pérdida si eres muy bruto y metes las orejas en un momento en que el parapente esté trepando, por ejemplo. Por eso, el añadir acelerador cuando ya has metido orejas no es una complejidad añadida, sino al contrario. Acelerando puedes asegurar que tu ángulo de planeo se mantenga alejado de la pérdida de sustentación.

Vuestra respuesta: “Si eres tan bruto, qué haces volando una vela con esas características?”. Cierto, pero en una situación de nervios, la finura de pilotaje se puede desvanecer como la caballerosidad en una discoteca. Así que sigue leyendo y saca conclusiones, amigo piloto.

Las orejas convierten nuestro parapente en una aeronave más estable e insensible a alabeos y cabeceos, pero no tenemos mandos con los que gobernarla, así que prepara tu cuerpo e intenta pilotar de forma activa, desplazando la cadera, tronco y cabeza hacia los lados para girar y aplicando y soltando acelerador para amortiguar los cabeceos.

Ojito: Al tener los mandos en las muñecas, y jalar los tiradores de orejas hacia abajo, sé cuidadoso de no frenar la vela, mantén las muñecas lo más arriba posible.

A la hora de soltarlas… PRIMERO SUELTA EL ACELERADOR!!!. Luego, libera las orejas. En una vela de escuela haz como te dé la gana, pero en tu veladerendimientochupiquemola practica a soltarlas asimétricamente para evitar sorpresas. Abrirán más fácil y sin forzar cabeceos. Sueltas una oreja mientras cargas el cuerpo al lado contrario, y, si es necesario, la espabilas con un jalón del freno. En cuanto abre, cambias el peso y la otra abrirá solita.

Unas últimas consideraciones sobre el uso de orejas.

Cada hornada de alumnos/as, llegados a este punto de sapiencia, me preguntan: “Estoy casi pinchado, y me dices que meta orejas porque hace mucho viento y debo aterrizar. Corro el riesgo de que al meter orejas aumente la resistencia aerodinámica de mi parapente y se deteriore la velocidad máxima por los cambios de los perfiles y por consecuencia empiece a volar para atrás?”

Yo les contesto: “No”

Como me suelen poner cara rarita, disparo para convencerlos/as una serie de gráficos y elucubraciones matemático-aerodinámicas que se resumen en lo siguiente:

Si estás pinchado/a, la opción de mantenerse en el aire es la peor, generalmente. Aumentando tu tasa de descenso con orejas y acelerador podrás acceder a capas más bajas donde lo más probable es que encuentres menos viento. Lo suficiente para ganarte un buen aterrizaje y juzgar (desde tierra) por qué diablos estabas en el aire con ese ventarrón.

Además, las orejas deterioran tu aerodinámica frenando un poco tu parapente, pero también reducen la superficie de tela que soporta tu peso, por lo que aumenta tu carga alar. Esto supone mayor penetración, mayor velocidad. En muchos parapentes compensa meter orejas porque al aumentar la carga alar igualas la velocidad anterior. El planeo y la velocidad-suelo empeora, claro (no me vayas a meter orejas para hacer la transición al Pico de la Vela!!!), pero la velocidad-aire se mantiene, como mínimo igual.

Para terminar, y a la espera de vuestras preguntas en cualquier despegue, diré que tanto orejas como acelerador (o ambas combinadas) no deben utilizarse cerca del relieve ya que conllevan cambios en el ángulo de incidencia. Soltad el acelerador y/o las orejas al menos 100 mtrs. sobre el suelo a menos que el riesgo de mantenerlos sea menor al que tendríais sin ellos.

Cerca del suelo, tonterías , las justas.

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