Apuntes sobre la porosidad de las velas de parapente.

Por Marcos Galán, director técnico de la Escola Deportiva Club Parapente Ferrol.

El club dispone de un porosímetro para que los socios y la escuela deportiva del club, mantengan un control de sus velas, y vuelen seguros y confiados conociendo el estado de su equipación.

No es cuestión baladí, teniendo en cuenta que estamos colgados de nylon a muchos metros de altura y a veces con inercias de varias “G´s”.

Unos 100 metros cuadrados de hilos de poliamida (hilos de nylon trenzados), tratados ya previamente contra los rayos UV se usan para tejer, con patrones de “rip-stop”, la tela que dará origen al parapente. Fijaos que ya han sido tratados para protegerse de la luz del sol, pues esos rayos tan necesarios para la vida pueden ser nefastos en la durabilidad de nuestros parapentes y en las pieles de los turistas nórdicos en Castellón.

Esta tela es tratada con varios barnices específicos, que le darán las características que necesita para ser funcional en nuestro deporte. Estos barnices fortalecen la tela ante fuerzas diagonales a la trama del tejido (el rip-stop no funciona en todos los ángulos de tracción), la hacen hermética, le dan protección contra roces, la defienden del agua…Etc.

Así que ya podemos intuir lo que debemos hacer para que esta tela nuestra tenga una longeva y feliz vida:

  1. Evita toda exposición innecesaria a la luz del sol – pon tu vela a la sombra cuando no la uses.
  2. No arrastres tu vela sobre la tierra o la pises.
  3. No pliegues la vela demasiado apretada y asegúrate de plegar el borde de ataque según las instrucciones.
  4. Cuando pliegues la vela revisa que no haya insectos u otros cuerpos extraños y no los dejes en la vela.
  5. Dejar tu parapente encerrado en un maletero de coche a pleno sol puede conducir a extremos de calor que reducen considerablemente la vida de la vela.
  6. Pliega tu vela sólo cuando esté totalmente seca, y guárdala en un lugar fresco y seco, con la bolsa abierta, un deshumidificador ayuda mucho.
  7. Para limpiar tu parapente, extiéndelo sobre una superficie limpia y seca, y usa Jabón de Marsella (o algún jabón natural similar a base de aceite de oliva) y una esponja mojada. No utilices abrasivos ni solventes.

A estos consejos del fabricante añado yo uno a los socios del Club Parapente Ferrol: Haz un test de porosidad anual a tu vela, para ver cómo va evolucionando su desgaste. Es gratuito y te dará la certeza (y por ello, confianza) de en qué estado está tu tela de parapente. Aunque claro, te quedas sin una excusa muy buena cuando te hundes de primero mientras los demás cogen altura en la ladera.

El club dispone del porosímetro JDC MK1, el más preciso y utilizado en el mundo de forma profesional, y mide el tiempo necesario para que 250 ml de aire a 4hPa de presión pasen por 38.5 cm2 de tela.

Si somos un poco cuidadosos, estoy seguro de que nuestro parapente tendrá una vida útil superior a los 7 u 8 años en estado excelente o muy bueno. Seguramente, incluso más. Pero si no lo eres, puedes reducir su vida a menos de la mitad.

Claro que durante esos años se habrán mejorado los perfiles, las telas, etc. Así que ves como al cabo de 3 o 4 años hay parapentes más seguros, más rápidos y con mejor planeo. Y tú has mejorado como piloto y quieres hacer más cosas en el aire, así que empiezas a plantearte cambiar de parapente. Pero que sepas que no puedes poner de excusa la “porosidad”. A los 3 años, tu parapente tiene que estar en muy buen estado, a menos que vueles muchísimo y lo cuides muy poco.

Bueno, todo este speech es, en realidad, un disfrazado prólogo de la pregunta del millón: “¿En qué se nota el deterioro de la tela de mi parapente?”

Tomaos mi respuesta como apuntes y no como cátedra, que no soy un experto.

Progresivamente, la tela va deformándose (estirándose e incluso encogiendo) afectando al perfil original, por lo que algo de prestaciones pierde. Los barnices, como cualquier barniz del mundo, no son eternos. Ni siquiera aunque estén en un armario sin ser utilizados. Así que el deterioro de la tela es inevitable y progresivo, y afecta disminuyendo, entre otras cosas:

  1. El planeo
  2. La velocidad
  3. La resistencia a las plegadas
  4. La respuesta y reapertura de plegadas
  5. La eficacia en el giro
  6. La resistencia a la abrasión (con parapentes viejos debes extremar el cuidado con piedras y ramas)
  7. La eficacia al levantar con las bandas “A”

Como me decía un piloto hace unos días, lo difícil es percibir ese deterioro cuando llevas con la misma vela muchos años. No te das cuenta porque vas adaptándote a ella cada día, y no ves el deterioro.

En nuestro club está resuelto, haz el test gratuito cada año y despreocúpate.

Para terminar, os dejo aquí unos datos de márgenes de porosidad medidos en segundos de algunos fabricantes que tienen el detalle de hacerlos públicos.

poros
Un saludo, y felices y seguros vuelos, tuzariños.

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